Ella

Ella, quizás el rostro que no puedo olvidar,
el rastro del placer o del pesar,
Quizás mi tesoro, o el precio que tengo que pagar.

Ella, quizás la canción que el verano canta,
quizás la frialdad que el otoño trae,
quizás cientos de diferentes cosas,
sin la medida de un día.

Ella, quizás la bella o la bestia,
quizás el hambre o el banquete,
quizás vuelve cada día cielo o infierno,
Ella, quizás el espejo de mis sueños,
la sonrisa reflejada en una corriente,
Ella quizás no sea lo que parece, dentro de su cristal.

Ella, que siempre parece tan feliz entre la muchedumbre,
de quien sus ojos pueden ser tan privados y tan orgullosos,
que nadie le está permitido verlos llorar,
Ella, quizás el amor que no puede esperar al último,
quizás viene hacia mi desde las sombras del pasado,
y que recordaré hasta el día en que me muera.

Ella, quizás la razón por la que sobrevivo,
el donde y porque estoy vivo,
la que cuidaré a través de los años,
y yo, tomaré sus risas y sus lágrimas,
y haré de todos ellos mis recuerdos,
porque donde ella vaya, ahí yo estaré,
el significado de mi vida es... Ella.

Para mi esposa Mariana.

Feliz día del amor. Y los 364 restantes también.